lunes, 15 de junio de 2009

¡No se deje!


¿Cuántas veces no le ha tocado ir a un concierto de entrada general, encontrar un buen lugar y ver como una bola de gandayas comienzan a colarse y además que lo mandan a uno hasta atrás no lo dejan ver? ¿O qué tal la típica pareja con el novio sobre protector que quiere estar lo más cerca posible del escenario pero, eso sí, que nadie se atreva a acercarse a su vieja? Si usted ha padecido a estos tipejos no se preocupe, porque hoy le daré unos consejos para enfrentar estas situaciones, invirtiendo poco esfuerzo, salir con la frente en alto y (lo más importante) con todos los dientes en su lugar.

Consejo 1
Posición básica para que no le roben su lugar
La mejor forma de evitar que la gente se cuele por donde usted está es poner las piernas en lo que los castrenses llama posición de descanso, es decir, haciendo un ángulo de alrededor de treinta grados entre pierna y pierna. También es importante flexionar los brazos y ponerlos de tal forma que sobresalgan del tronco y queden junto a la persona que se encuentra de su lado derecho e izquierdo. La finalidad de esta posición es convertir al cuerpo en una especie de cerca que evite que los animales se salgan del corral.

Consejo 2
Recomendaciones verbales (Hablando se entiende la gente)

A veces sucede que alguien cree tener la habilidad de traspasar cuerpos sólidos y así procura abrirse camino entre la gente. Algunos de estos sujetos son muy insistentes y no entienden que uno simplemente no se va a mover. Cuando es solamente una persona la que quiere pasar y dos o más los que no lo quieren que suceda eso, uno siempre puede decirle a la persona de a lado, en un volumen lo suficientemente alto para que el tipo que está molestando escuche, “si el tipo de atrás sigue empujando lo molemos a codazos”.

Consejo 3
Que hacer si comienzan a empujar con fuerza

Hay veces que uno no quiere dialogar, está en inferioridad numérica o sencillamente no quiere que se cuelen enfrente. En estos casos es altamente efectivo apuntar el codo en dirección de la persona que está empujando, de esta forma el tipejo se encuentra súbitamente con una puya en el pecho. Ojo, no digo que se la pasen lanzando codazos, simplemente dejen el codo preparado y dejen que la otra persona ejerza presión con su cuerpo y decida qué tanto dolor quiere sufrir.

Consejo 4
El molesto caso del novio sobre protector
Alguien que va a un concierto masivo, entrada general y quiere estar lo más cerca posible del escenario sabe, de entrada, que va a estar pegado a “n” número de personas y que va a tener que aguantar empujones, olores infrahumanos y sudores ajenos (entre otras cosas). Es por esto que es imposible entender porque el típico novio que va con su novia pretende que nadie se le acerque y se dedica a alejar con base en empujones y codazos a todo mundo. Ni él ni los demás disfrutan del concierto.
En mi experiencia la mejor forma de poner en su lugar a estos fulanos es encararlos y decirles que si quieren chiiiiiflar, que vayan a chiflar a su madre. Estos tipejos, una vez encarados, o se calman o e se cambian a otro lugar.

Consejo 5
¿Qué hacer para no convertirse en un novio sobre protector?

Ellos, no lleven a su novia. Ellas, no lleven a su novio.

Espero que estos consejos les hayan sido de utilidad y recuerde… ¡No se deje!
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