sábado, 27 de junio de 2009

Love is in the Air (some might say)


Yo no soy de las personas que disfruten mucho de ir a bodas y festejos por el estilo. Siempre las he considerado como algo francamente cursi, donde ponen mala música, te tienes que disfrazar de pingüino y a la las mujeres (solteras) se les meten ideas extrañas y cómo que ellas también se quieren casar. En fin, esta es la opinión de alguien que le tiene pavor al compromiso y, en especial, a perder su libertad al unir su vida con la de otro persona.

Sin embargo, hoy es un día muy especial en el que pienso tragarme mis palabras y celebrar la unión de MR y AE.

AE es alguien que conozco desde hace muchos años, es mi compinche de conciertos, mi amigo más antiguo, compañero en las buenas y en las malas, PUMA hasta las cachas, melómano empedernido y, en especial, el hermano que nunca tuve y al que siempre tendré en la más alta de las estimas.

MR y AE, les deseo la mejor de las suertes de aquí a la eternidad, un millón de gracias por honrarme al invitarme a su boda y espero que nunca dejen de rockear y de patear traseros.


La siguiente canción va por los buenos momentos del pasado, los del futuro y porque estoy seguro que en unas cuantas horas más la voy a escuchar.

Oasis “Whatever”


P.D.
Algo que me incomoda de los recién casados es que nunca sabes cuando es un buen momento para llamarles por teléfono, no vaya a ser que los interrumpas a media fiesta. Es más, creo que en la invitación a la boda deberían poner algo así como un horario de atención al público.

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