Debo confesar
que, después de toda la fiesta, celebraciones y días de asueto, estoy en una
especie de ‘resaca post-navideña’. Por si fuera poco, la realidad se ha
plantado delante de mí. Su cara es larga y pálida. Parece que no ha tomado el
sol en décadas. La mueca inmutable de reproche que dibuja su rostro me recuerda
al de un tótem, inmutable por el tiempo y los elementos naturales. Los brazos
cruzados sobre su pecho me dicen que no está dispuesta a dialogar. Me dice lo
que tengo que hacer, sin que medien palabras. Comienzo a realizar mis deberes
tratando de darle velocidad a lo que hago y ponerme al día. Es como arrancar
una carrera de Fórmula 1 en el último lugar. Tienes que rezar y sacar todos los
aces bajo tu manga para que las cosas salgan bien y puedas subir al podio. No
puedes darte el lujo de perder.
Durante la
semana, mientras me encontraba haciendo mis deberes, sabía que tenía un
pendiente. Pero para cuando terminaba el día y por fin me encontraba libre para
hacer lo que quisiera, lo único que quería hacer era dormir.
Hoy por fin encontré
la fuerza pare darle un poco de tiempo a escribir en este blog. Aunque todavía
me siento un poco atolondrado, la neblina en mi mente comienza a dispersarse.
Me queda claro que si no me pongo las pilas no voy a llegar a ningún lugar.
Este rodeo
es simplemente para decirles que hace poco, Earlimart, comenzó a regalar el
cover de “Road To Nowhere”, original de Talking Heads y que será parte del
disco ‘EARLIMART... just doin' the 80's’.
Debo de
confesar que la primera vez que escuche esta versión me costó un poco de
trabajo encontrarle el gusto. Que puedo decir, estaba en un estado de ánimo
parecido al de esa gente un tanto odiosa que sólo sabe quejarse de las
películas basadas en libros. “El libro es mucho mejor” es una de sus frases
favoritas. Este tipo de personas ve una competencia libro vs. película cuando
deberían ver estos dos medios como un complemento. En fin, la segunda vez que escuché
la canción la disfruté mucho. La introducción ‘a lo robot’ es de lo más
divertido que he escuchado en mucho tiempo y refresca la canción. El sonido en
general es más sencillo y sucio que en la original, lo cual le da un muy
agradable toque íntimo. Da la impresión que la están tocando en el garaje de tu
casa. Por último, la voz de Aaron Espinoza, cantante de Earlimart, es lo necesariamente
fuera de lo común como para darle ese ‘je ne sais quoi’ que también tiene David
Byrne.
Si quieren
bajar la canción sólo tienen que darle click aquí.
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