Domingo 16
de octubre. Me despierto poco después de las 7:00, me siento ligeramente
cansado pero no es algo que amerite que prolongue mis horas de sueño. Después
de meditarlo un poco decido que lo mejor es repetir el plan de vuelo del día
anterior, llegar temprano al Corona Capital y encontrar un buen lugar de
estacionamiento para caminar menos. Poco después de las 12:00 la circulación
sobre el Viaducto Miguel Alemán es fluida, todo pinta bien, en cualquier
momento llegaré al Autódromo Hermanos Rodriguez. Me aproximo al estacionamiento
cuando me doy cuenta que olvidé el boleto. ¿Compro en reventa o me regreso por
él? Decido ir a casa. Una vez con el boleto en mis manos de dirijo de nuevo al
autódromo y me encuentro con dos de mis peores pesadillas, un tráfico
endemoniado y un estacionamiento retacado al que a duras penas pude entrar.
Contrato un bicitaxi para ganar un poco de tiempo, me siento a gusto cuando
traigo chofer. La cara y comentarios de envidia de la gente que va a pie me
hacen sentir bien. Ya legué, es hora de divertirme.
La primera
parte de este día me sirvió para conocer mejor a algunas bandas a las que nunca
había dedicado demasiada atención, la primera de ellas fue la agrupación indie,
Here We Go Magic. Por si no los ubican muy bien, ellos son los que tocan “How
Do I Know”. Lo que más me sorprendió de esta presentación fue la buena conexión
que se logró entre el público y el grupo. Los primeros brincaban y aplaudían,
mientras que los segundos se veían felices de la respuesta de la gente. Me imagino
que nadie esperaba gran cosa por lo que fue uno de esos casos donde todos ganan.
St. Lucia
fue la segunda sorpresa del día. Este proyecto es obra de Jean-Philip Grobler,
quien hace apenas unos meses lanzó su primer EP y ya está siendo considerado
por algunos sitios de internet como uno de los nuevos artistas a los que hay
que seguirle el paso. Su sonido, que tiene una cierta influencia del new wave, fue
muy bien recibido por la gente. Yo tengo sentimientos encontrados. No voy a
negar que disfruté algunas de las canciones, pero hubo momentos donde el abusó
de sonidos electrónicos me causó cierto hartazgo y volvió el show en algo
demasiado artificial.
St. Lucia |
The Big Pink
es un dueto inglés de rock electrónico. Por alguna razón sólo vino uno de los
integrantes, Robbie Furze, quien fue apoyado por dos músicos (una baterista con
pinta metalera y una mujer chula de preciosa en las secuencias y sintetizadores).
La presentación nunca despegó del todo por lo que la gente nunca se entregó por
completo. Había momentos donde la banda sonaba muy potente, curiosamente esto
se dio cuando el sonido era más orgánico (entiéndase, se escuchaba la batería y
tocaban la guitarra eléctrica). Pero había lapsos donde toda la música estaba
pregrabada y la batería no se escuchaba en lo absoluto, lo cual resultó
desconcertante y enfrió el ambiente. Aunque a este grupo no lo pudo salvar ni
Superman, se llevan una mención especial por presentarnos a la reina del
segundo día del Corona Capital.
The Big Pink “Hit The Ground
(Superman)”
The BlackLips fue el acto más punk de todo el festival. Una ecualización deficiente, constantes
errores a la hora de tocar y voces desafinadas fue la constante durante los
cerca de cuarenta minutos que tocaron. Entre el público congregado se
encontraba un pequeño grupo de fanáticos que festejaban cada uno de los
intentos del grupo por tocar música. El resto de la concurrencia observaba con
curiosidad. La escena me recordó a cuando uno pasa junto al lugar de un
accidente y se queda a ver qué pasa, es desagradable y de mal gusto, pero no
puedes dejar de mirar.
The Black Lips |
Sin lugar a
dudas, la banda que más me gustó no sólo ese día, sino de todo el festival, fue
The Vaccines. Todas las canciones que tocaron fueron buenas, no faltó uno solo
de los sencillos. Además, la conexión que se logró entre banda y público fue
total. Ellos tocaron con mucha energía y la gente de entregó por completo aplaudiendo
y coreando las canciones. Uno de los mejores momentos fue cuando interpretaron
“Wetsuit”. Yo tenía la certeza que la iban a tocar, estaba preparado para eso, en
ese sentido no esperaba ninguna sorpresa; lo que nunca imaginé fue que se me
fuera a poner la piel chinita al escucharla (La última vez que me pasó algo
parecido fue cuando Radiohead tocó “Creep” hace unos años aquí en Changolandia).
Definitivamente este será un momento que atesoraré y agradeceré toda la vida.
Gracias por hacerme sentir vivo. ¡Larga y prolífera vida a The Vaccines!
The Vaccines “Wetsuit”
Yo no recuerdo
haber escuchado un solo disco malo a The Raveonettes (y han sacado siete); sin
embargo, no han tenido el reconocimiento que se merecen. Por un lado, su sonido
se caracteriza por incluir guitarras distorsionadas e influencias retro, mientras
que, por otro lado, sus canciones transitan entre atmósferas oscuras y melodías
pop. Durante el concierto tocaron un poco de todo, pero decidieron darle
preferencia a las canciones más sombrías. Es por eso que me sorprendió
gratamente escuchar tantas canciones de su EP debut como “Attack Of The Ghost
Riders”, “My Tornado” y “Bowels Of The Beast”. ¿Se han fijado como algunas
veces los grupos se aburren o avergüenzan de su pasado por lo que tienden a
ignorarlo? Obviamente ellos no. En fin, disfruté mucho esta presentación, pero
a pesar que tocaron por más tiempo que muchos otros grupos me quedé con ganas
de escucharlos más.
The Raveonettes |
El momento
para descansar un poco y prepararme para la recta final del Corona Capital
llegó a eso de las 18:00 cuando M. Ward hizo su aparición en el escenario
principal. Atribuyo la baja asistencia a que la mayoría de los asistentes
prefirió ir a ver a The Drum. En fin, eso no importó porque los que nos
quedamos nos la pasamos muy a gusto escuchando su rock con influencia del blues
y el country. Mi único pero fue que no fue acompañado por la bellísima Zooey
Deschanel. Lástima, ya será en otro día.
M. Ward |
Durante su
presentación, las gemelas canadienses Tegan and Sara confesaron estar
sorprendidas y agradecidas por el trato tan amable recibido por parte los
mexicanos. Y sí, fue sorprendente la cantidad de personas (mujeres, en su
mayoría) que se prendieron con sus canciones. ¿Quién hubiera imaginado una
respuesta semejante para un grupo de tan bajo perfil? ¿Será acaso que ellas son
un símbolo para un sector especial de la población? Cualquiera que sea la
respuesta, no me puedo quejar de la selección de canciones ya que resultó muy
entretenido, representativo de la carrera del dúo indie y nos llevó por
diversos estados emocionales (si acaso sólo faltó que tocaran “Speak Slow” y no
desafinaran tanto en algunas canciones). Tal vez algún día me arrepentiré de lo siguiente pero igual lo voy a decir: soy un gran fan de "Closer".
Tegan and Sara |
My MorningJacket es la neta del planeta. Su show fue extraordinario y conquistaron el
escenario de la forma que todos los grupos deberían hacerlo: tocando como si
fuera el último show de su vida. La interacción con la gente fue mínima y
básicamente se limitó a presentar a M. Ward en una de las canciones y a
despedirse (muy distinto de lo que hizo The Hives la noche anterior). Esto no
importo ya que igual lograron conectarse con los asistentes. Es más, creo que
de haber incluido demasiadas pausas para cotorrear, el flujo del set habría
sido corrompido, el cual, dicho de paso, se hiló a la perfección. De hecho, la
selección y acomodo de canciones me pareció tan bien hecha que por momentos me
dio la impresión que todo era parte una gran composición, dando como resultado
una sinfonía digna de los mejores compositores de música clásica de la historia.
My Morning Jacket “One Big Holiday”
Uno de los
grupos con más convocatoria fue New Order. De hecho, Bernard Sumner, cantante
de la banda, mencionó que veía gente ‘hasta el horizonte’. El show abrió con
“Crystal” y de inmediato la gente se desprendió del suelo. Siendo esta la
primera vez que visitaban el país no pichicatearon los éxitos y tocaron los que
muy probablemente sean sus canciones más conocidas, “Bizarre Love Triangle” y
“Blue Monday”. Hubo momentos en los que la presentación se volvió muy
electrónica, lo cual enfrió un poco el ambiente (tampoco habría estado mal
incluir en el set “Regret” y “60 Miles an Hour”). En fin, todo fue compensado
en el encore cuando tocaron “Love Will Tear Us Apart”, un merecido tributo a
Ian Curtis y Joy Division el cual casi nos saca las lágrimas a varios de los
presentes. Por cierto, estuvimos a nada de no escuchar esta canción y es que,
al parecer, alguien les pidió que ya no tocaran, pero ellos mandaron al diablo
a esta persona y decidieron hacerlo de todas formas.
New Order “Love Will Tear Us Appart”
¿Por qué una
banda como The Black Keys fue escogida para cerrar el Corona Capital? ¿Quiénes
son para poder tener ese honor? Bueno, ellos han sido capaces de desnudar el
rock, quitarle los adornos, deshacerse de los elementos electrónicos, cajas de
ritmos… En fin, todo eso que llega a quitarle calidez y espontaneidad. Ellos
regresaron la música a su estado primordial y nos recordaron dónde comenzó todo
y por qué nos gusta tanto. Al escucharlos me di cuenta que los conozco mucho
mejor de lo que creía y de cierta forma son viejos conocidos. No sé si sean la
mejor banda del momento pero hicieron que nos la pasáramos muy bien.
The Black Keys “Lonely Boy”
El tiempo
pasó muy rápido, el Corona Capital ha terminado. En el camino a mi auto
comienzo a quejarme del frio que comienza a hacer y del dolor en mis muslos y
pantorrillas. Tanto caminar y brincar causa estragos, pero es un precio que con
mucho gusto estoy dispuesto a pagar. Hasta el año que entra Corona Capital,
prueba superada.
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