¡Hola, Caballito de Mar!

Hoy tengo muchos motivos para celebrar. En primer lugar, ya recuperé el USB que perdí por dos o tres semanas (resultó que estaba en el bolsillo de una chamarra que no uso frecuentemente). En segundo lugar, escombrando mi cuarto encontré unos billetitos que había olvidado hace mucho tiempo (ya tengo con que pagar la entrada para AC/DC). Y por último, hace algunas horas tuve el gran placer de disfrutar de una parrillada de medianoche en compañía de muy buenos amigos (descubrí un encanto tribal y primitivo en el hecho de comer sendos trozos de carne en medio de la noche y bajo el cobijo la luz de la luna… El frío no estuvo tan divertido pero igual me la pasé muy bien).

Y hablando de placeres nocturnos, quiero recomendarles que escuchen el disco Bestia de Hello Seahorse! mientras van conduciendo su auto por la noche. La oscuridad de la música y el paisaje se complementan de forma elegante y el andar rodando por la calle le da un halo de búsqueda e introspección muy interesante.

Hello Seahorse! “Oso Polar”


No dejen de rockear y de patear traseros.