The E’ville Chronicles: Do you like American music?

Una de las cosas que más me gustan de viajar es conocer la forma de pensar de otras personas, el aprender de primera mano el como viven, los problemas a los que se tienen que enfrentar todos los días y las acciones que les han funcionado para salir adelante. Me parece que el ir a otros lugares te ofrece la oportunidad única de aprender; te da un punto de comparación de primera mano que te ayuda a conocerte mejor, crecer como persona y aplicar todos esos conocimientos para ayudar a tu comunidad a ser mejor… O simplemente te ayuda para farolear un poco y ser el centro de atención contando todas las chocoaventuras que te pasaron.

Cuando fui a E’ville creí que iba a tener la oportunidad perfecta de conocer nueva música y poco conocida, “descubrir” a las bandas que el 2009 sorprenderán al mundo. Sería la oportunidad perfecta de conseguir cosas nuevas y presentárselas a todos ustedes para, de ese modo, poner mi granito de arena y hacer del mundo un lugar mejor.

En fin, la cuestión es que desde que llegué comencé a preguntar a la gente que se veía con por lo menos un dedo de independencia mental por la música que escuchaban ¿Qué era lo que la gente prefería en esas latitudes? ¿Qué bandas conocían que pudieran ser un diamante en bruto? Etcétera. Y la verdad es que en el medio oeste gringo la gente escucha pura basura. La vanguardia consiste en grupos estilo Nickelback, 3 Doors Down y Hinder. Una bola de posers que suenan igual y que creen que usar una guitarra eléctrica y tener el pelo largo los hace rebeldes y contestatarios, cuando en verdad son los tipos más domesticados y complacientes que hay. A nada están de salir en revistas como Teen Beat al lado de Jonas Brothers contando lo mucho que les gusta ir de compras, los productos lite, que les lean poesía y las largas caminatas por la playa.

Yo estaba muy triste y decepcionado de ver frustrada mi búsqueda musical, hasta que mi nueva amiga, JP, para animarme, me llevó a conocer un verdadero bar redneck (creo que allá ir a estos lugares es más o menos lo mismo que ir a los mariachis a la plaza de Garibaldi).

El antro se llamaba “The Hootie Hoot” y ya al principio creí que iba a entrar a algo parecido al bar de la película de Patrick Swayze “Road House”, pero hasta eso estaba bastante civilizado. Era como un restaurante común y corriente… hasta cierto punto se me hizo como un Chili’s pero con menos presupuesto. Para ser franco, yo esperaba encontrar aserrín en el suelo y que hubieran peleas cada 20 minutos, pero no hubo nada de eso. Lo que sí había era un escenario sobre el que tocaba una banda de cincuentones que hasta eso tenían bastante punch. Tocaban canciones de rock clásico y de country. La mejor música que escuché en toda mi estancia en Evansville, Indiana, fue en este bar.

Me queda la impresión que Estados Unidos no sólo esta atravesando por una crisis económica, también está pasando por una crisis musical.

¿Y ahora, quién podrá ayudarlos?

Violent Femmes “American Music”


P.D.
P: ¿Qué es un redneck?
R: Bueno, eso es muy difícil de explicar, es casi como definir a u naco, tienes que verlos para saber cómo son. Lo que les puedo decir es que son tipo “campiranos” y en la escala social están por arriba de los white trash.
¡Ah! Y cuando bailan les gusta agarrarle el culo a sus mujeres.