miércoles, 9 de julio de 2014

De patadas, gritos y guitarrazos (o cuando la música y el futbol se encuentra)


(Para festejar que el día de hoy los tramposos quedaron fuera)

Cuando se me ocurrió escribir este post creí que iba a ser algo bastante sencillo. Digo, ¿qué tan difícil puede ser publicar un conteo de canciones panboleras?, es más, antes de comenzar a escribir ya tenía en mente varias de ellas, sólo necesitaba dos o tres más para hacer un Top 10 bastante chipocludo. Fue ahí donde comenzó mi búsqueda y donde este escrito comenzó a tomar vida propia, llevándome por caminos que, aunque existentes, no había reparado en su presencia. Porque esta fusión de de pasiones (música y futbol) es más profunda, amplia y antigua de lo que muchos pudieran imaginar. El número de casos que uno encuentra es sorprendente. Son tantos que podríamos hacer varios conteos, cada uno con una clasificación distinta.

Por ejemplo, tenemos la clasificación más fácil, complaciente y chafa de todas… La de las canciones OFICIALES mundialistas. Ya saben, esas tonaditas simplonas hechas para la gente a la que le gusta que le digan qué les debe gustar y le cuesta trabajo tener una opinión propia. La buena noticia es que estos ejemplos sólo aparecen cada cuatro años, la mala es que tenemos que escucharlas ad nauseam por varias semanas. Algunos ejemplos son “We are One” de Pitbull, J.LO y Claudia Leitte, “La copa de la vida” de Ricky Martin y “Waka Waka” de Shakira.

Aunque si me dan a escoger yo me quedo con el “Chiquitibum”, que aunque no fue canción oficial causó un gran impacto en México 86. Bueno, tal vez no por su letra o tonada, pero hay que admitir que se convirtió en todo un fenómeno.

Y qué sería de los Mundiales sin los jugadores. Ellos son los actores principales en esa representación de la vida que llamamos futbol. Sin lugar a dudas ellos son mucho más respetados y queridos que cualquier gobernante o político de la actualidad. De hecho, son tan estimados que muchos músicos les han dedicado canciones. Por ejemplo:

Aunque definitivamente el que puede preciarse de tener más canciones es Diego Armando Maradona.


Es más, Los Ratones Paranoicos cambiaron la letra de “Para siempre” para que hiciera referencia a el Diego.

A pesar de esto, el Pibe no puede presumir que alguien haya nombrado a su banda en su honor como es el caso de Hugo Sanchez quien es homenajeado por los tapatíos de Hugo que incluso compusieron “Por los rizos de mi novia Hugo rematando a gol”

Desafortunadamente esto de la fama hace que algunos jugadores pierdan el piso y crean que nada más por ser buenos para eso de las patadas ya pueden hacer de todo y que la gente los va a ovacionar sin chistar. Algunos ejemplos…


Pero el mundo no sólo gira alrededor de los 22 sobre la cancha. Hay quienes también se acuerdan de los árbitros (y no necesariamente de su madre) como es el caso de Half Man Half Biscuit y “The Referee’s Alphabet”. O Andrés Calamaro quien le dedicó una canción al mismísimo “Estadio Azteca”.

Por otro lado, no estoy descubriendo el hilo negro al decir que el negocio de las patadas trasciende fronteras, sin embargo, este comentario no se limita a las fronteras territoriales, también aplica a las fronteras de los géneros musicales.

En México tenemos a Inspector y su “Aguante” muy al ritmo de ska.
Colombia está presente por medio del Doctor Krápula y “El pibe de mi barrio”.
Desde Chile tenemos a los punketos de Los Miserables con “El crack”.
El metal de los españoles de Barón Rojo también pasa lista junto con “El gladiador”.
Los brasileños de Skank también son parte de este conteo gracias a “É uma partida de futebol” (pero creo que por el momento los cariocas no quieres que se les mencione). 
¿Creían que el glam rock ya no existia? Bueno, ciertamente es una especie extinta, pero nos dejó una canción muy futbolera llamada “Give Us a Goal” a cargo de los ingleses de Slade. 

Y ahora que por fin apareció en escena una banda de Inglaterra, hay dos actos de esos que podemos calificar de cinco estrella, encumbrados en lo más alto del Olimpo musical, la crema de la crema, que también le entraron a esto de los cánticos panboleros: Pink Floyd “Fearless” y New Order “World In Motion” ¿Bien que se lo tenían escondido, verdad?

La letra de algunas canciones también pueden traer mensajes ocultos o, por el contrario, ser muy directos y francos. Por ejemplo, hay canciones panboleras que no necesitan de ningún manual para ser descifradas, si acaso sólo hace falta un par de oídos para escuchar y disfrutar, como el caso de Molotov “Just want to meter mi gol”  o Los Porretas “La del futbol”. Por el contrario, hay otras utilizan a este bello e ingrato deporte para abordar temas como el de las relaciones humanas, sucesos históricos o nuestro pasaje por esta aventura que llamamos vida.


Y si bien hay canciones que de una u otra forma se relacionan con el deporte de las patadas hay otras que sin tener nada que ver con el fucho son adoptadas, adaptadas y apropiadas como parte de este folclor. La mayoría de las veces se trata de temas que hagan correr la adrenalina o sirvan para festejar la consecución de una victoria importante.


Pero no todo se queda en lo netamente musical, también hay portadas y nombres de discos que rinden homenaje a ya saben que.





Y por si fuera poco, hasta hay videos musicales que utilizan como hilo conductor y catalizador visual lo que pasa en una cancha.


Y para terminar, por qué no ligar el tema de los covers, como el del vocal de Los Fabulosos Cadillacs, con una versión que hizo Ricky Espinosa a una canción original de Underworld: “Gol, gol, gol”.

No dejen de rockear y de patear traseros.

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