(Para
festejar que el día de hoy los tramposos quedaron fuera)
Cuando se me
ocurrió escribir este post creí que iba a ser algo bastante sencillo. Digo,
¿qué tan difícil puede ser publicar un conteo de canciones panboleras?, es más,
antes de comenzar a escribir ya tenía en mente varias de ellas, sólo necesitaba
dos o tres más para hacer un Top 10 bastante chipocludo. Fue ahí donde comenzó
mi búsqueda y donde este escrito comenzó a tomar vida propia, llevándome por
caminos que, aunque existentes, no había reparado en su presencia. Porque esta
fusión de de pasiones (música y futbol) es más profunda, amplia y antigua de lo
que muchos pudieran imaginar. El número de casos que uno encuentra es
sorprendente. Son tantos que podríamos hacer varios conteos, cada uno con una
clasificación distinta.
Por ejemplo,
tenemos la clasificación más fácil, complaciente y chafa de todas… La de las
canciones OFICIALES mundialistas. Ya saben, esas tonaditas simplonas hechas
para la gente a la que le gusta que le digan qué les debe gustar y le cuesta trabajo
tener una opinión propia. La buena noticia es que estos ejemplos sólo aparecen
cada cuatro años, la mala es que tenemos que escucharlas ad nauseam por varias
semanas. Algunos ejemplos son “We are One” de Pitbull, J.LO y Claudia Leitte, “La
copa de la vida” de Ricky Martin y “Waka Waka” de Shakira.
Aunque si me
dan a escoger yo me quedo con el “Chiquitibum”, que aunque no fue canción
oficial causó un gran impacto en México 86. Bueno, tal vez no por su letra o
tonada, pero hay que admitir que se convirtió en todo un fenómeno.
Y qué sería
de los Mundiales sin los jugadores. Ellos son los actores principales en esa representación
de la vida que llamamos futbol. Sin lugar a dudas ellos son mucho más
respetados y queridos que cualquier gobernante o político de la actualidad. De
hecho, son tan estimados que muchos músicos les han dedicado canciones. Por
ejemplo:
Aunque
definitivamente el que puede preciarse de tener más canciones es Diego Armando
Maradona.
Es más, Los
Ratones Paranoicos cambiaron la letra de “Para siempre” para que hiciera
referencia a el Diego.
A pesar de
esto, el Pibe no puede presumir que alguien haya nombrado a su banda en su
honor como es el caso de Hugo Sanchez quien es homenajeado por los tapatíos de
Hugo que incluso compusieron “Por los rizos de mi novia Hugo rematando a gol”.
Desafortunadamente
esto de la fama hace que algunos jugadores pierdan el piso y crean que nada más
por ser buenos para eso de las patadas ya pueden hacer de todo y que la gente
los va a ovacionar sin chistar. Algunos ejemplos…
Pero el
mundo no sólo gira alrededor de los 22 sobre la cancha. Hay quienes también se
acuerdan de los árbitros (y no necesariamente de su madre) como es el caso de Half
Man Half Biscuit y “The Referee’s Alphabet”. O Andrés
Calamaro quien le dedicó una canción al mismísimo “Estadio Azteca”.
Por otro
lado, no estoy descubriendo el hilo negro al decir que el negocio de las
patadas trasciende fronteras, sin embargo, este comentario no se limita a las
fronteras territoriales, también aplica a las fronteras de los géneros musicales.
En México tenemos
a Inspector y su “Aguante” muy al ritmo de ska.
Desde Chile
tenemos a los punketos de Los Miserables con “El crack”.
El metal de
los españoles de Barón Rojo también pasa lista junto con “El gladiador”.
Los
brasileños de Skank también son parte de este conteo gracias a “É uma partida de futebol” (pero creo que por el momento los cariocas no quieres que se les
mencione).
¿Creían que
el glam rock ya no existia? Bueno, ciertamente es una especie extinta, pero nos
dejó una canción muy futbolera llamada “Give Us a Goal” a cargo de los ingleses
de Slade.
Y ahora que por
fin apareció en escena una banda de Inglaterra, hay dos actos de esos que
podemos calificar de cinco estrella, encumbrados en lo más alto del Olimpo
musical, la crema de la crema, que también le entraron a esto de los cánticos
panboleros: Pink Floyd “Fearless” y New Order “World In Motion” ¿Bien que se lo tenían escondido, verdad?
La letra de
algunas canciones también pueden traer mensajes ocultos o, por el contrario, ser
muy directos y francos. Por ejemplo, hay canciones panboleras que no necesitan
de ningún manual para ser descifradas, si acaso sólo hace falta un par de oídos
para escuchar y disfrutar, como el caso de Molotov “Just want to meter mi gol” o Los Porretas “La del futbol”.
Por el contrario, hay otras utilizan a este bello e ingrato deporte para
abordar temas como el de las relaciones humanas, sucesos históricos o nuestro
pasaje por esta aventura que llamamos vida.
Y si bien
hay canciones que de una u otra forma se relacionan con el deporte de las
patadas hay otras que sin tener nada que ver con el fucho son adoptadas, adaptadas
y apropiadas como parte de este folclor. La mayoría de las veces se trata de
temas que hagan correr la adrenalina o sirvan para festejar la consecución de
una victoria importante.
Pero no todo
se queda en lo netamente musical, también hay portadas y nombres de discos que
rinden homenaje a ya saben que.
Y por si
fuera poco, hasta hay videos musicales que utilizan como hilo conductor y
catalizador visual lo que pasa en una cancha.
Y para
terminar, por qué no ligar el tema de los covers, como el del vocal de Los
Fabulosos Cadillacs, con una versión que hizo Ricky Espinosa a una canción
original de Underworld: “Gol, gol, gol”.
No dejen de
rockear y de patear traseros.