El sábado pasado fue muy distinto a lo que estoy acostumbrado. Sucede
que me quedé flojeando en casa más de lo que acostumbro; hasta que alrededor de
las dos de la tarde decidí que era suficiente inactividad, por lo que decidí
salir y hacer algo de provecho. Sin embargo, algo no estaba bien. La ciudad se
veía distinta. La gran Changotitlán se sentía distinta. Sus colores y olores
habían cambiado y las diferencias respecto a como yo la recordaba el día
anterior se acentuaban conforme avanzaba por la calle. La gente tampoco era la
de siempre y tenía una pinta extraña… MUY extraña. Ropas extravagantes que
pocos se atreve a usar en un día normal y mucho menos en público. Esto me dio
una idea de qué podía estar pasando.
¿Será que hoy es día del Orgullo Gay?
Después de revisar el encabezado de un diario me di cuenta de lo que
estaba pasando. No estaba en un universo paralelo, ni tampoco había habido
algún cambio en la “Matrix”. No, de hecho, ese día se jugaba el clásico del
futbol mexicano: américa vs. chivas ¡Eso explica tanta… extravagancia!
Dicho esto. ¿Cómo fui a cometer semejante error? ¿Cómo fui a
perro-confundir el ORGULLO Gay con el triste espectáculo de que ofrecen seres
tan mediocres y despreciables como las chivas del guadalajara y las águilas del américa?
En fin, para no herir susceptibilidades y a manera de disculpa, les paso
el enlace para bajar un cover que hizo Logan Lynn (músico, compositor,
escritor, cantante, productor y activista gay) a “We Can’t Stop” de Miley Cyrus.
Para ser sincero, esta versión no es la mejor del mundo. Aunque hay que
decir que supera (y por mucho) a la original. Además, tiene un elemento entre kitsch
y melancólico que seguramente hará las delicias de sus amigos, familiares, conocidos y hasta
de sus enemigos.
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