lunes, 21 de octubre de 2013

Corona Capital 2013 día dos


Y que llega el segundo día del Corona Capital 2013. Despertarse fue un tanto problemático después de las pocas horas de sueño cortesía de la pesadilla que fue salir del estacionamiento del Autódromo Hermanos Rodríguez. En fin, hay que hacer algunos sacrificios si se quiere tener un día lleno de rock.

Deap Vally (escenario Capital)
Dos mujeres, mucha actitud, un sonido crudo y rudo, una voz potente con fuertes rastros de blues y una pinta a la usanza glam. Eso es Deep Vally, quienes abrieron las actividades en el escenario Capital, el cual lució con más gente que el día anterior y cuyos asistentes conectaron bastante pronto con el dúo californiano. La verdad es que fue una agradable sorpresa escuchar tan pronto algo tan bueno.

Deap Vally
  
Jake Bugg (escenario Capital)
El niño prodigio de Nottingham, que meses antes canceló su actuación como abridor en el concierto de The Stone Roses en la Ciudad de México, saldó su deuda con el público mexicano. Cuesta trabajo creer que a sus 19 años componga y toque con tanta calidad. En definitiva, se trata de un alma vieja atrapada en un cuerpo joven. Su presentación fue algo distinta a lo se puede escuchar en su único álbum. Más que centrarse en el sonido folk, le subió a los decibeles para estar más en línea con lo que generalmente se espera escuchar en un festival, algo más en la onda rockera. Hay que destacar que, a pesar que era relativamente temprano (14:50), había mucha gente presente y la gran mayoría parecía estar bastante familiarizada con el material de Jake Bugg. Por ahí, incluso se pudieron ver un par de pancartas en las que le proponían matrimonio. Mi canción favorita fue la versión que hizo él y su guitarra, nadie más, de la muy sentimental “Broken”.

Jake Bugg “Broken”

Capital Cities (escenario Corona)
Me tocó escuchar a este grupo un poco por accidente y otro poco porque me daba flojera desplazarme a otro escenario. Y algo me quedo muy claro. Los de Capital Cities son malos como la carne de cerdo con cisticercos en vigilia. Su música es aburrida, vacua y sin imaginación a más no poder. Tienen tan poco de qué presumir que tocaron dos veces su único hit, el cual ni siquiera es tan bueno y, a lo mucho, parece apropiado para musicalizar anuncios comerciales. Por si esto fuera poco, estos tipo tuvieron la ocurrencia de tocar tres covers, “Breath” de Pink Floyd, “Staying Alive” de The Bee Gees” y “Holiday” de Madonna, lo cual no me parece malo (de hecho, yo soy un entusiasta de los covers); pero su mediocridad es tal que destrozaron las canciones, les quitaron su esencia, su chispa, las alentaron y las volvieron una vomitada apestosa y espesa. En fin, me imagino que este tipo de música es más para la gente de lento aprendizaje; si no, pregúntenle a los fresi-hipsters y a las pseudo-hippies lo bien que se la pasaron.

Jimmy Eat World (escenario Corona Light)
Afortunadamente Jimmy Eat World llegó para quitar el mal sabor de boca dejado por Capital Cities. Rock directo y sin complicaciones. No era necesario conocer alguna de las 14 canciones que tocó la banda para disfrutar su sonido y sentir como daba la impresión de lanzarte por el aire. Bueno, sí era básico conocer una: “The Middle”. Por cierto, no faltaron los que se tomaron muy en serio el video de este sencillo y decidieron quedarse en paños menores. Por respeto a sus pupilas y para no provocarles algún trauma que luego tengan que exorcizar con un psicólogo no voy a mostrar ninguna fotografía alusiva a ese momento.

Jimmy Eat World “The Middle”

Miles Kane (escenario Corona)
Para festejar el triunfo de México el viernes anterior al festival, frente a su similar de Panamá, Miles Kane subió al escenario enfundado en un jersey de la Selección Mexicana, el número 7 en el dorsal y la palabra KANE arriba de él. Por alguna extraña razón hubo algunas personas que comenzaron a lanzarle vasos de cerveza, uno de ellos le pasó tan cerca que tuvo que esquivarlo. ¿Será que no les cae bien Miles Kane o la Selección de futbol? Aunque si de entrega se trata, el nativo de Inglaterra (a diferencia de los que conforman la escuadra nacional) no careció de ella. Durante una hora vimos una demostración de cómo se tienen que hacer las cosas sobre el escenario. Desafortunadamente, no había la suficiente gente para atestiguar este hecho, la mayoría estaba en o se dirigía a ver a Vampire Weekend.

Miles Kane “Don’t Forget Who You Are”

Vampire Weekend (escenario Capital)
La oscuridad comenzaba a cernirse sobre Chagotitlán cuando Vampire Weekend subió al escenario. La gente llegó como una manada de lobos hambrientos tras el olor de sangre fresca. Y en cuanto se abrieron las puertas del inframundo y comenzaron a sonar las primeras notas de “Cousins” todos comenzaron a bailar y brincar como chapulines, con quien se dejara, con todos. La belleza de este grupo es que su nombre no puede estar más alejado de lo que transmite su música. Sonidos alegres y soleados. El buffet estuvo repleto de muchas de sus canciones más representativas (“Cape Cod Kwassa Kwassa”, “Diane Young”, “Horchata”, “A-Punk”, “Ya Hey”, “Oxford Coma”, “Giving Up The Gun”, “Walcot”…) y fueron pocas la autocomplacencias. Mención aparte y ovación de pie para la maestría que tienen para tocar en vivo y hacer que lo difícil parezca fácil.

Vampire Weekend “Cousins”

Sigur Rós (escenario Corona Light)

Sigur Rós

El peligro de tener expectativas muy altas de un grupo que suena muy bien en CD (cuando se tienen los beneficios de un estudio, todas las tomas que se quiera y una producción a la medida) es que el resultado en la vida real puede resultar ser una absoluta decepción. Ese no fue el caso de Sigur Rós, quienes cumplieron y superaron mis expectativas. Su presentación, desde antes de comenzar, tenía un halo distinto a lo que generalmente se vive en la gran mayoría de los conciertos. La mayoría de la gente ahí presente sabíamos a lo que íbamos. Sabíamos que estábamos a punto de presenciar un evento tremendamente personal y emotivo. Casi sagrado. Cuando por fin se apagaron las luces y se rompió el silencio, todos los sentidos de los presentes estaban fijos, monopolizados, por lo que sucedía sobre el escenario. Es curioso que en un festival de este tipo, donde lo ideal es que el público sea lo más ruidoso posible, una banda haga que el silencio de la gente se convierta en la mayor prueba de aceptación, respeto y alegría posible. Una experiencia completa, un mensaje consistente en todos los sentidos que tocaba. Visualmente estrujante y sónicamente impecable. Por momentos daba la impresión que viajábamos a otros mundos, dentro del calor de una fogata o a la inmensidad del océano. Los once músicos sobre el escenario aportaban algo a cada canción, y ese algo se podía escuchar con claridad, saborear, disfrutar… Sólo en algunas ocasiones osamos romper nuestro pacto silencioso y aportar algo a esta ceremonia (generalmente en la forma de aplausos o cánticos). Además, estoy seguro que no soy el único que en varios momentos sintió el corazón rebosante de emoción e incluso derramó algunas lágrimas. En definitiva, es difícil lograr un estado mayor de felicidad después de escuchar algo tan hermoso como que nos regaló Sigur Rós.

1. “Yfirborð”
2. “Brennisteinn”
3. “Vaka”
4. “Glósóli”
5. “Stormur”
6. “Sæglópur”
7. “Varúð”
8.“Hoppípolla”
9. “Með Blóðnasir”
10. “Olsen Olsen”
11. “Kveikur”
12. “Festival”

13. “Popplagið”

Takk...

Queens Of The Stone Age (escenario Corona)
QOTSA tocó bastante bien y no pichicateó los macanazos, en especial en la primera parte del concierto... Pero después de Sigur Rós lo demás no tiene importancia, se vuelve pequeño. Por lo tanto, no tengo las palabras adecuadas para decir algo que pueda dar una imagen ligeramente certera de lo que pasó con el grupo principal del segundo día del Corona Capital 2013; porque lo que tenía que pasar ya había sucedido y un anhelo personal de hace tiempo por fin se cumplió.

Por último, mis deseos para la edición del año que entra: que detengan la presentación de tanta mediocridad electrónica, así como la plaga fresi-hipster y pseudo-hippie que tanto daño está causando a la humanidad. A final de cuentas, ser hipster es lo más mainstream que existe.

Las fotos fueron tomadas por df.

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