You got no fear of the underdog, that’s why you will not survive

Hace unos días leía en el portal de prodigy (la empresa, no el grupo musical) que videojuegos como Rock Band o Guitar Hero han ayudado a impulsar la venta de canciones algunos grupos. Hasta aquí suena que todos están felices y contentos. Los consumidores se divierten jugando y adquiriendo nuevas canciones, los que hicieron el videojuego venden su producto y se hinchan de dinero, los grupos tienen mayor exposición y les llega algo de dinero y las compañías discográficas cobran por los derechos de las canciones.

Pero no, no todos están satisfechos. Las empresas discográficas están descontentas pues muchas veces quedan fuera de acuerdos de distribución de imagen y licencias, que precisamente controlan las bandas musicales. De hecho, Edgar Bronfman, director ejecutivo de Warner Music Group Corp. se quejó por los "míseros" beneficios por licencias que las discográficas obtienen por parte de los fabricantes de videojuegos.

Este incidente se suma a otro sucedido hace algunas semanas cuando Warner Music (para variar) le ordenó a YouTube retirar los videos de todos sus artistas. Esta decisión es resultado del fracaso de las negociaciones entre las dos empresas. Donde la manzana de la discordia era que la disquera quería un mayor porcentaje de los ingresos potenciales por el tráfico de visitantes al portal del internet.

Ah, y por si esto fuera poco, recientemente la Recording Industry Association of America dio a conocer que planea demandar a todos aquellas personas que bajan música de manera ilegal y que de una u otra forma “matan” a su artista.


Creo que en todo esto el problema de fondo aquí es simple: DINERO. A las compañías discográficas no les importa la música, sólo les importa el dinero. No les importan los artistas ni los consumidores, sólo están viendo cómo pueden verle la cara a los primeros y exprimir la cartera de los segundos.

Yo no acostumbro bajar canciones por Internet, soy un chico material que le gusta tener el CD en las manos, arrancarle el celofán cuando está nuevo y leer el booklet, pero me da mucho coraje que las discográficas amenacen a la gente con demandas si siguen bajando música de sitios como Morpheus, Limewire, iMesh y Kazaa. En primer lugar, estas formas de intercambio de música son otra modalidad de darle promoción a alguien, es como si le prestaras el disco a un amigo y el decide hacer una copia. En segundo lugar, si no lo compran original por las buenas, tampoco lo van a hacer por las malas. Además, seamos sinceros, la música no es un artículo de la canasta básica y muchas veces el precio de los CD’s es mas bien caro.

También me parece repugnante la forma en que las disqueras les gusta hacerse hermanas de la caridad después de la forma como tratan a los músicos gracias a contratos como el de 360º. Para los que no lo sepan, este tipo de contratos es el nuevo estándar en la industria. Aquí lo que pasa es que grabaran tu disco y te promocionaran a cambio de los derechos sobre las grabaciones, un gran porcentaje de las ventas de discos, otro tanto por venta de conciertos, patrocinios y merchandising. Ah y por si fuera poco, en algunas ocasiones la disquera también designan/impone al manager.

En conclusión, en esto de la música las únicas especies en extinción en esta canción son las disqueras, todo por su avaricia e incapacidad de adaptarse a los tiempos. Siempre habrá músicos y gente que los quiera escuchar. Ellos y nosotros buscaremos y encontraremos infinidad de métodos para conectarnos y hablar en ese idioma donde el dinero no es lo más importante.
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