domingo, 9 de noviembre de 2008

We're all in love with the Black Rebel Motorcycle Club


La semana de la música indie comenzó la semana pasada en el Vive Cuervo Salón y abrió a tambor batiente con la presentación de Black Rebel Motorcycle Club (BRMC), el trío originario de California que hace algunos meses se presentara en el festival Vive Latino.

Un par de días antes del concierto me encontraba escuchando Reactor 105.7, para ser más específico, escuchaba el programa de Reclu y el Sopitas. Curiosamente en ese momento estaban hablando de los changuitos de BRMC. Que si se portaron como unos payasos la última vez que vinieron a México, que si se sentían unas divas, que si entrevistarlos es un suplicio… Total que en ese momento dije me dije a mi mismo: mi mismo, si todo lo que dicen es verdad y estos sujetos tienen el complejo Axl Rose tan a flor de piel, pues me late que el concierto no va a empezar a tiempo ¿Qué tal si llego después de la hora que dice el boleto? Si ellos pueden hacer lo que se les da la gana ¿por qué yo no?

Dicho y hecho llegué no después de la hora anunciada en el boleto. El concierto no había comenzado. Hasta el momento todo iba de acuerdo a lo esperado.

Otra de las cosas que cruzó por mi mente antes del concierto y considerando que al parecer todo indicaba que efectivamente se estos fulanos creían las pijamas del gato, fue que probablemente tocarían por poco tiempo. Una hora, tal vez; hora y media si estaban de buenas. Esto va a ser como tirar mi dinero a la basura, pensé. Y vaya sorpresa que me llevé al al ver que estuvieron sobre el escenario por cerca de dos horas y media. Tocaron todas las canciones que uno se podía imaginar y otras más… bueno, la verdad es que les faltó la “We’re All In Love” pero ni siquiera la extrañé tanto.

Un jugo de luces bastante sencillo pero bien manejado, mucho hielo seco para ayudar con eso del efecto de las sombras y una manta con uno de los mejores logos que he visto últimamente fueron el marco donde todo el se desarrolló. El público se estuvo bien a secas, tal vez un poco serio, no sé, quizá ellos también se daban su taco, quizá todo tenía que ver con esa aura obscura que tiene el grupo. Sin embargo, nada de esto demeritó el ambiente que se creó y permitió que los presentes fuéramos partícipes de una experiencia ¿Sobrenatural?... Un concierto muy chido pa’ que me entiendan.

Cerca de la media noche, cuando todo terminó, después de presenciar semejante despliegue musical y de presencia escénica yo era el que se sentía las pijamas del gato, yo era el rockstar. Yo me sentía vivo e invencible.

Por cierto (nota al margen), nunca en mi vida me había tocado ver tantas mujeres con lentes de pasta… OK, sé que eso no tiene que ver con nada en especial, pero simplemente me llamó la atención… Porque además de todo la mayoría se veía bastante bien.

Black Rebel Motorcycle Club “Six Barrel Shotgun”, Vive Cuervo Salón


No dejen de rockear y de patear traseros.

1 comentario:

Rosco Rosco Rosco dijo...

Debo confesar que yo no soy precisamente el súper fan de BRMC pero como ya te había dicho en alguna ocasión, hubiera ido a ese concierto sólo para escuchar Howl, que viene en el disco homónimo (que es el único que tengo de ellos). a) ¿Sabes si la tocaron? b) ¿Ya por fin viste Southland Tales? (y en caso afirmativo, ¿qué te pareció?)