Miércoles 4
de junio, el día estaba por terminar, pero la hora de divertirse apenas
comenzaba. Llegué a El Plaza Condesa minutos antes de las nueve, tiempo justo
para escapar del aguacero que se aproximaba, pero suficiente para darme un rondín
por las inmediaciones del lugar. ¿Qué fue lo que encontré? Digamos que hay
veces que uno cree que ya lo vio todo, pero la vida nos demuestra que está
llena de sorpresas. Por ejemplo, yo creía que ya había visto todos los tipos de
público, desde los que van por primera vez a un concierto de música clásica y
se arreglan como si fueran a una boda en el castillo de Windsor, hasta los que
(literalmente) se maquillan como payasito de crucero; pasando por las que se
visten de quinceañeras, los que apenas llevan ropa, los que se disfrazan de luchadores,
los hiphoperos, los hipsters, las mujeres fatales y los que se creen muy malotes
porque van forrados de cuero cual pandillero de SOA. Sin embargo, la etiqueta
para ir al concierto de Finch se rigió por reglas muy distintas. En el caso de
los hombres predominaban las piochas, las gorras, las bermudas que llegaban
debajo de las rodillas, así las playeras de Atticus y Macbeth. Por otro lado,
las mujeres se distinguían por tener cabelleras de los colores más
estrafalarios que uno pudiera imaginar, nada de los aburridos castaños y rubios
que anuncian en la televisión, la ley aquí fueron los rosas intensos, naranjas
tornasol, azules animé y rojos furiosos. Aquí lo normal no tenía lugar… En fin,
suficiente con el flashback grungero, la hora de entrar había llegado, el
concierto estaba por comenzar y la lluvia estaba arreciando.
Dos cosas
llamaron mi atención al ingresar a El Plaza, el reducido número de asistentes y
lo tenue de la luz. Tal vez lo segundó fue para ocultar lo primero. Minutos
después las luces se apagaron por completo. ¡La hora de ver a Finch había
llegado!... O tal vez no. Los poblanos de Joliette inundaron el lugar con
gritos ininteligibles y furiosos, además de guitarrazos estridentes ejecutados
por cuerpos espasmódicos. A pesar de que el grupo tocó bastante bien la
respuesta del respetable fue más bien tibia e incluso hubo algunos intercambios
de palabras con algún chango debajo del escenario. Unas cuantas canciones
después la música llegó a su fin y comenzó el cambió de equipo para finalmente
recibir a los de Temecula, California.
La aparición
de dos pendones rojos con el logo de la banda en blanco y negro anunciaron la
inminente aparición del grupo. A pesar que el número de personas se duplicó o
triplicó la entrada seguía siendo baja. En fin, las luces volvieron a apagarse para
consentir que cinco figuras vestidas de negro aparecieran en escena. Y así fue
como todo comenzó.
La gran
mayoría de las canciones que escuchamos provinieron del debut de la banda ‘What
It Is To Burn’, es más, lo tocaron casi en su totalidad y en el mismo orden. Desde
un principio los gritos de Nate Barcalow se dejaron escuchar con mucho ardor y
sinceridad, a pesar de esto y de la evidente entrega del resto de la banda,
buena parte de la gente nunca entró en calor (hasta el momento no logro dar con
el porqué de esta situación). Pocas canciones después el cantante comenzó a
actuar de forma extraña: daba la espalda al público, comenzó a quejarse de todo
y hasta parecía que le costaba trabajo mantenerse en pie; dicho de otra forma, actuaba
como un borracho malacopa. Quien buscó salir al quite como diciendo “disculpen
a mi amigo” fue el guitarrista Randy “R2K” Strohmeyer, quien en varias
ocasiones buscó animar y conectar con el respetable. Desafortunadamente no
obtuvo una respuesta mucho mejor, la mayoría de las personas seguían sumidas en
la indiferencia... Para hacerles el cuento corto, la incomodidad que provocó
esta situación duró cerca de hora y media. Cuando se encendieron las luces fue
más el alivio de saber que todo había terminado que el gusto de haber
disfrutado de esta banda alternativa/post-hardcore/screamo. Todo porque el
señorito del micrófono se puso de mal humor y se comportó como diva.
1. New Beginnings
2. Letters To You
3. Post Script
4. Brother Bleed Brother
5. Ink
6. Grey Matter
7. Perfection Through Silence
8. Back to Oblivion
9. Without You Here
10. Stay With Me
11. Three Simple Words
12. Untitled
13. Insomniatic Meat
14. Ender
Encore:
15. Worms of the Earth
16. Birdgin
17. What It Is To Burn
P.D.
Para ser
sinceros el público también contribuyó a que el concierto no estuviera muy
bueno. Así que no es justo echarle la culpa exclusivamente a Finch. Como quien
dice, se juntó el hambre con las ganas de comer.
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