lunes, 16 de diciembre de 2013

The Legend of Zelda en concierto o ¡ñoños del mundo, únanse!



El lunes pasado (9 de diciembre) el Auditorio Nacional de Changotitlán se convirtió en una sucursal de Hyrule y lo que para algunos podía parecer una convención de duendes navideños era en realidad una reunión de fanáticos de la saga de videojuegos Legend of Zelda que, vestidos como Link, el héroe, se dieron cita en el recinto de Reforma para escuchar arreglos sinfónicos para la música de esta franquicia.

Momentos antes que comenzara el show uno podía escuchar comentarios que generalmente son tabú, rayan en lo prohibido, lo clandestino. Temas que pocas veces se tocan en los periódicos o programas de televisión, y cuando sucede es con un grave gesto de censura y desaprobación... Es así que los niños ñoños explicaban a sus papás los orígenes de la saga y su importancia en la historia de los videojuegos o los novios ñoños le decían a sus novias (que los acompañaban voluntariamente a fuerza) que Link es el muchacho chicho que salva a la princesa Zelda y que el malo de la película se llama Ganon... ¿Alguno de ustedes se ha preguntado cómo le hacen estos tipos para conseguir novia?

En fin, es así que anunciaron la tercera llamada, tercera, las luces disminuyeron de intensidad y Susie Benchasil Seiter, la directora apareció en el escenario para dirigir a la Orquesta de las Américas y al Coro en Harmonía Vocalis.

Legend of Zelda: Symphony of the Godesses (Second Quest) – “Overture”

Contrario a lo que se acostumbra en un concierto de música sinfónica, el público, que por cierto ocupaba cerca del 75% de los asientos del lugar, aplaudía y gritaba entre cada movimiento. Jeron Moore, productor ejecutivo del evento, salió a escena en un par de ocasiones para agradecer al público su asistencia, hablar un poco de cada una de las piezas que iban a interpretar y, de paso, presumir su ñoñez. Y sí, como si se tratara de una estrella de rock, la gente aplaudía y enloquecía con cada frase que Jeron pronunciaba. En fin, me imagino que esa noche todo valía (excepto la burda publicidad “sólo par el WiiU”).

El concierto estuvo dividido en dos actos y un encoré. La interpretación de la orquesta fue bastante buena y los coros le dieron un toque épico. Mi único pero es que hubo ocasiones en las que la sincronización entre la música y los videos falló por algunos segundos. Pero tal vez estoy siendo un poco puntilloso. Las piezas interpretadas fueron:

Primer acto:
Overture
Link’s Awakening
Spirit Tracks
SYMPHONY: Prelude – The Creation
SYMPHONY: Mov. I – The Ocarina of Time
SYMPHONY: Mov. II – The Wind Waker

(Intermedio)

Segundo Acto:
Gerudo Valley
SYMPHONY: Mov. III – The Twilight Princess
SYMPHONY: Mov. IV – Time of the Falling Rain

Encore:
Piezas provenientes de Majora’s Mask
Wind Waker y
Skyward Sword

Sin lugar a duda mi pieza predilecta, la que más me emocionó, fue “The Ocarina of Time”. En parte por la música y en parte porque ese juego es mi favorito de todos los tiempos. Ver la recapitulación del juego en alguna de las tres pantallas distribuidas en el Auditorio me trajo muy buenos recuerdos y ganas de desempolvar mi Nintendo 64 para volverlo a jugar (Tal vez esta vez no meta tanto la pata en el tiro con arco).

Legend of Zelda: Symphony of the Godesses (Second Quest) – “Ocarina of Time”

Por último. En 1987 llegó a Gringolandia y las Europas el primero de los 15 juegos de Zelda que hay hasta el momento. Ese mismo año The Smiths sacó una canción titulada “Shoplifter of the Word Unite”, título basado en el slogan comunista “Trabajadores del mundo, únanse”. Parece que después de tantos años, después de todo lo que ha cambiado el mundo, un nuevo grito de guerra ha surgido y es una realidad: ¡Ñoños del mundo, únanse!

Y que la Trifuerza los acompañe

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