Muchas cosas en la vida son relativas. La bonanza de unos es la miseria de otros, la fuente de alegría de un grupo es el estanque de la tristeza de sus rivales, lo que para algunos es bueno para otros es malo. En fin, a lo que quiero llegar es que lo que para muchos es arte para otros es vil vandalismo.
En Buenos Aires me encontré con muchos ejemplos de los que algunos llaman Guerilla Art o Street Art o Stencil Graffiti o, simplemente, Graffiti. En general podemos decir que estas formas de arte son expresiones que se desarrollan en espacios públicos, sin el consentimiento de las autoridades, por artistas que prefieren el anonimato y que buscan dar mensajes que van de lo político y social, hasta lo simplemente “superficial” o “cool”. Algo curioso en el caso de capital de Argentina es que estos estilos están claramente adscritos a distintos barrios. Es así como uno puede encontrar la corriente política en el centro de la ciudad, cerca de la Casa Rosada y el Congreso Nacional; mientras que la onda hipster es más de los rumbos de Palermo (la Condesa porteña).
Y aprovechando esa frase/lugar común que reza “una imagen vale más que mil palabras”, los dejo en compañía de algunos ejemplos de lo que estoy hablando, esperando que sean de su agrado, y si no lo es, pues ni modo.
Palermo
Centro
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No dejen de rockear y de patear traseros.
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