Tonight I’m a Rock N’ Roll Star

Hoy es un día especial por varias razones. En primer lugar, apenas ayer (26 de noviembre) la Ciudad de México fue testigo del último gran concierto del año: Oasis. En segundo lugar es la primera vez que hago una reseña en menos de 24 horas y no los casi siete días que generalmente me tardo.

Lo que pasó ayer va más o menos así. AE y yo llegamos poco después de las siete al lugar donde se llevó a cabo el concierto, el Palacio de los Deportes. Nuestra idea era la de conseguir un buen lugar de estacionamiento y la verdad es nos toco un cajón excelente a pocos metros de la entrada. Como era muy temprano para estar metidos entre toda la muchedumbre empujando y siendo empujados por ver quien llega hasta adelante, decidimos sentarnos en el barecito de afuera de la sección de pista a comer/beber algo y esperar que fuera una hora pertinente para entrar al domo de cobre. Por cierto, grata sorpresa nos llevamos al encontrar a tantas chamacas tan guapotas, sólo les faltaba una cosa, demostrar su conocimiento y fanatismo por Oasis. Total que pasamos algunos minutos disfrutando la vista hasta que decidimos que era tiempo entrar y encontrar un buen lugar.

Como a eso de las ocho y media se apagaron las luces y salió a escena el grupo abridor: The Secret Machines. En general el audio estuvo muy malo, por momentos rallando en pésimo. De hecho, al principio a alguien se le olvidó prender las bocinas del lado derecho del escenario, por lo que pocos llegaron a identificar siquiera en qué idioma cantaban. Durante las cuatro canciones que duró la presentación de los tejanos la gente no mostró ni emoción o desagrado. Fue más bien una presentación intrascendente y desangelada, no merecían ese recibimiento.

Una vez que el grupo telonero bajó del escenario ocurrió el tradicional cambio de equipo, para entonces el Palacio de los Deportes lucía pletórico y sólo era cuestión de minutos para el acto principal.

No sé qué hora era (las 21:30, tal vez) cuando por segunda vez se apagaron las luces y comenzó a escucharse “Fucking In The Bushes”. Entonces Gem, Andy, Noel y Liam salieron al escenario entre cascadas de aplausos y chiflidos. Y que mejor forma de comenzar a rockear y patear traseros que con “Rock N’ Roll Star”. La gente en general se comportó a la altura, brincando y coreando las canciones. Sólo les falló el entusiasmo cuando Oasis toco obras maestras como “The Masterplan” y “Slide Away”, se veía que muchos eran fans de “sencillos”. En ese momento recordé aquellos tiempos cuando los hermanos Gallagher vinieron por primera vez a México y Noel toco en acústico “Slide Away” o la vez (me parece que fue en su segunda visita) que mientras ejecutaban “Supersonic” el amplificador de, quien otro sino Noel, no soportó tanto rock y comenzó a incendiarse (insertar suspiro).

En fin, durante el concierto estuvieron presentes Lyla, Sally, Elza y rolononones como “Wonderwall”, “Cigarettes And Alcohol”, “Morning Glory”, “Songbird”, “Champagne Supernova” y “Don't Look Back In Anger”, siendo esta última la más coreada de la noche. También, para mi fortuna y la mala suerte de toda la gente complaciente, nunca tocaron la cursilería de “Don't Go Away”.

El escenario era sencillo, una cortina negra de fondo y cuatro torres de luces que hacían un ángulo de 45% con el piso, nada que cause gran sorpresa. De igual forma que no es sorpresa que Oasis sea un monstruo y coqueteen con la perfección a la hora de tocar en vivo. Lo que es sorprendente es como uno puede verlos y escucharlos una y otra vez y sentir la misma emoción en cada concierto, en cada canción.

Por último y aunque algunos odien admitirlo; la arrogancia de estos ingleses (en especial de Liam, la forma en que se para frente al público, su actitud desafiante) es parte importante de su encanto y los convierte en verdaderas estrellas de Rock N’ Roll.

El de Oasis fue un concierto verdaderamente EXCELENTE.


"The Masterplan" en vivo, Mexico D.F.


P.D.
Lo único chafa de esa noche fue la porquería de canción con que cerraron el concierto, original del grupo más sobrevaluado de la historia. Fuera de eso todo bien.