¿Se acuerdan de cuando los de Moderatto eran divertidos, hacían covers,
no se la tomaban en serio y no habían destruido a Fobia? Una canción de ese
entonces que se me hace particularmente buena es ‘Isabel’. No sólo su versión
revitaliza a la original y le da un tono más jocoso, sino que el videoclip
(como se decía entonces) la convierte en un clásico por partida doble. Toda esa
onda kitsch y exagerada es una parodia acertadísima a lo que vivía en la década
de los ochenta. La vestimenta en blanco trae a la mente a los ridículos
pantalones de Diego en ‘Tu y yo somos uno mismo’, los peinados tipo A Flock Of
Seagulls retratan un afán modernista que actualmente parece prehistórico,
ingenuo y acartonado, mientras que el escenario tipo Xochimilco es la más grande
burla a los videos pretenciosos que se hacían en ese entonces, como aquel en
que apareció el mismísimo Sol haciéndole de TopGun y que provocó los suspiros
de todas las muchachas que no se perdían Siempre en Domingo.
En fin, la cuestión es que estos changuitos sacaron un nuevo disco llamado Malditos Pecadores en
el que rinden tributo (por llamarle de alguna forma) a artistas tales como Selena,
Joan Sebastian, Bronco y Juan Gabriel, entre otros.
Para hacerles el cuento corto. A pesar de todo lo que los he criticado me
propuse darles una oportunidad y escuche el primer sencillo, sin embargo, me
encontré con una canción plana, sin emoción y lejana de cualquier posibilidad
de redención. Tanto tiempo de estar en su zona de confort, tocando para un
público poco exigente, sin esforzarse por hacer algo original de forma o fondo
los ha volcado en la más absoluta mediocridad. Sus resultados son totalmente
inocuos y ni siquiera logran despertar asco o indignación. Son simplemente
aburridos. Tal parece que perdieron el gusto por tocar y sólo lo hacen por
exprimir algunos centavos.
¿Es muy difícil aprender el ejemplo de los de Me First And The Gimme Gimmes quienes, a pesar de tantos años, no han perdido tanto la chispa como la
capacidad de sorprender? Si no me creen, escuchen cómo le dieron la vuelta a una
canción que en su más pura esencia es exclusiva de una voz privilegiada.
Moderattos, aprendan a rockear y a patear traseros.
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