lunes, 16 de junio de 2014

Hypnotic Brass Ensemble: “once you go black you never go back”



Después de lo visto la noche del 6 de junio en El Plaza Condesa quedó claro que eso de “once you go black you never go back” tiene un buen grado de verdad. Para la mayoría de los que fuimos al concierto de Hypnotic Brass Ensemble esto se refiere al poder de la música de esta auténtica ‘banda de hermanos’, para otros, como la señorita de la foto de abajo, esto tiene una connotación más propia de lugares privados y de bajos instintos.


Por otro lado, no sé si soy yo que me gusta ir a los conciertos menos populares, hay algo raro que hace que la gente evite ir a El Plaza Condesa o de plano las personas están muy rotas para gastar en este tipo de eventos, pero las últimas veces que he ido a este lugar la asistencia ha sido bastante baja. Uno se puede dar cuenta que las expectativas de tener casa llena son bastante bajas cuando, en lugar de dejar espacio para la gente, la pista está colmada de periqueras y de meseros desesperados porque alguien les compre algo, lo que sea. Esta ocasión no fue la excepción, lo cual es una lástima porque Hypnotic Brass Ensemble es una de las bandas con más onda que he visto en muchos años. ¿Qué no saben quiénes son? Todos los que han visto ‘The Hunger Games’ los han escuchado, su canción “War” es el leitmotiv de los juegos. Y si bien la tocaron la noche del viernes, nunca buscaron que fuera el eje central de la presentación, así como la gente tampoco la celebró por encima de las otras. Fue un gran momento, hay que reconocerlo, pero como ese hubo muchos más.


Ver y escuchar a los seis vástagos de Phil Cohran hacer de las suyas con trompetas, trombones y bombardinos deja en claro que estos señores disfrutan lo que hacen y saben cómo contagiar su amor por la buena música. Porque esto no solo se trata nada más de soplar y soplar como el lobo feroz, aquí también importa cómo lo haces, el estilo que le imprimes. Ya sea sujetando el instrumento con una sola mano como quien lleva las riendas de un caballo que galopa a gran velocidad o marcando el ritmo de la canción por medio de meneos que parecen pequeñas coreografías.


No recuerdo cuánto duró el concierto, el tiempo pasó rápido y simplemente olvidé mirar el reloj. Estaba muy contento por esa combinación de jazz, funk y hiphop que invadió mis sentidos que lo demás perdió importancia. De hecho, al parecer todos los que asistimos nos la pasamos tan bien bailando y rebotando los brazos en el aire que olvidamos tomar videos y subirlos a youtube, por lo que no hay una bitácora audiovisual que mostrarles... De los “Viva México”, la gente cantando, Rocco en el hall de El Plaza saludando y tomándose fotos con quien se lo pidiera… Afortunadamente, los de la revista Kuadro se pusieron las pilas y publicaron las fotos que pueden ver en este post.

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