viernes, 1 de marzo de 2013

¿Cómo estuvo el concierto de The Maccabees en El Plaza Condesa?


El pasado lunes 24 de febrero la banda inglesa The Maccabees se presentó en Changotitlán para cerrar la gira que ayudó a promocionar el magnífico disco ‘Given To The Wild’ y, si me preguntan, saldar una deuda con la audiencia de México tocando “Ayla”, ya que no lo hicieron en su pasada visita.

Cuando uno ve a The Maccabees en vivo uno tiene la impresión que apenas están comenzando su camino en esto de la música. Es difícil creer que tienen cerca de diez años desde que se formaron. Cuando se plantaron en el escenario, poco después de las 21:00, y miraban al público, uno podía notar con facilidad la expresión de alegría y asombro en el rostro de cada uno de ellos. Era como ver a un niño mirando a través de la vitrina de una tienda de juguetes. A veces me pregunto cómo es posible que después de tanto tiempo, tantos conciertos, cientos de reconocimientos y alabanzas por parte de la prensa, cómo es posible que conserven esa capacidad de asombro y sorpresa.

Y afortunadamente, toda esa emoción y energía mostrada por el grupo fue bien recibida y pagada con creces por el público que abarroto El Plaza Condesa. Una especie de sinergia comenzó a crearse y el ambiente nunca decayó, muy por el contrario, parecía que siempre iba in crescendo. ¿Qué tan lejos podía? Ellos pedían que levantáramos los brazos y los levantábamos. Ellos pedían que aplaudiéramos y aplaudíamos. Ellos pedíamos que brincáramos y brincábamos. El ímpetu de la gente llegó a tal grado que una niña fresa, delgada y con una larga cabellera rizada que estaba sobre los hombros de su novio, se despojó de su blusa y comenzó a ondearla como una bandera. Antes que la susodicha perdiera otra pieza de su ropaje, el novio (un poco celoso y envidioso, por cierto) la bajó de inmediato y la cubrió con una sudadera. A pesar de esto todos seguimos disfrutando del concierto y nos llevamos una anécdota extra que contar a nuestros amigos.

El escenario era bastante sobrio. Un fondo negro y un eficaz sistema de luces fue más que suficiente. A final de cuentas, la música y la comunión con la gente es lo más importante en un concierto (o por lo menos asó debería ser). Esto se cumplió en esta ocasión. Los integrantes de The Maccabees no precisan de grandes puestas de escena y no suelen ser muy teatrales, sin embargo, dentro de su sobriedad, logran conectar con oídos ávidos de escuchar sus letras melancólicas y música llena de valles y montañas.

El set que tocaron en esta ocasiónfue más largo que el del Corona Capital 2012 e incluyó canciones de sus tres discos.

1. William Powers
2. Feel to Follow
3. Wall of Arms
4. Young Lions
5. Forever I’ve Known
6. Go
7. First Love
8. Precious Time

The Maccabees “First Love” y “Precious Time”

9. X-Ray
10. Can You Give It
11. Child
12. No Kind Words
13. Love You Better
14. Grew Up At Midnight

Encore
15. Toothpaste Kisses
16. Heave
17. Pelican

The Maccabees “Pelican”

Como podrán darse cuenta “Ayla” no aparece en la lista. Lo cual me decepcionó u poco. ¿Cómo es posible que en una noche tan importante no nos concedieran el placer de escuchar una canción tan hermosa y que probablemente sea la más importantes de su legado música? ¡Hasta Radiohead tocó “Creep” cuando vino a México allá en el 2009!

En fin, a pesar de esa pequeña omisión el concierto dejó un muy buen sabor de boca. Buenos músicos, buen sonido, buen ambiente. ¿Qué más se puede pedir? Cierto, que toque “Ayla”.

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