Ayer, como
cada año, intenté ver en su totalidad los premios Oscar. Sin embargo, como cada año, no logré mantenerme
despierto y preferí dormir. Ayer, como cada año, lo que más llamó mi atención
fue la alfombra roja y dentro de las personalidades que desfilaron, la que más me
embobó e hizo saltar mi corazón fue Amy Adams.
Amy Adams en los premios Oscar 2013
Pasando a
otros temas. Una de las categorías que más me hizo rabiar, incluso antes que
comenzara el anuncio de los ganadores, fuel a de mejor canción original. ¿Por
qué? Pues porque nadie tuvo el cerebro de nominar “Strange Love” de Karen O y
que fue parte de ‘Frankenweenie’ del genial Tim Burton.
Karen O “Strange Love”
Ahora,
podrán imaginarán cual fue mi disgusto cuando ‘Frankenweenie’ (o ‘Paranorman’)
no ganó por mejor largometraje animado.
Sin embargo,
algo que también llamó mi atención fue enterarme que Scarlett Johansson participó
en una de las canciones que conformaron la tercia a mejor canción (“Before My
Time” del documental ‘Chasing Ice’).
J. Ralph featuring Scarlett
Johansson & Joshua Bell “Before My Time”
Parece una
eternidad desde que se anunció que esta chulada de mujer iba a lanzar su primer
disco, ‘Anywhere I Lay My Head’ (2008), que por si no recuerdan, eran puros
covers de Tom Waits.
La cuestión
es que todo este tema de actrices que cantan me recordó algo que sucedió allá
en 1994, cuando la protagonista de la saga de ‘Resident Evil’, Milla Jovovich,
sacó el disco ‘Divine Comedy’.
Milla Jovovich “Gentleman Who Fell”
Aunque si se
trata de actrices multifacéticas pocas como la Primera Dama de México, Angélica
Rivera, y su participación en el ‘super grupo’ conocido como Muñecos de Papel.
A mí me
gusta escuchar a Paté de Fuá. Creo que son muy originales y su combinación de
ritmos poco comunes (pasodoble, tango, dixieland, etc.) los hace resaltar en
una escena musical generalmente dominada por guitarras eléctricas y ritmos
salidos desde las frías entrañas de una computadora. Sin embargo, tengo un
ligero problema con este grupo. Básicamente me pasa lo mismo que cuando escucho
a Bjork, me canso después de escuchar algunas canciones, por lo que nunca
termino de escuchar un disco. No es que me desagrade la música, al contrario,
como ya lo mencioné antes, me gusta bastante, simplemente mi mente comienza a
ponerse ansiosa, hasta que finalmente comienzo a escuchar otra cosa
(generalmente algo más ruidoso y caótico), para después regresar a Paté de Fuá
con la esperanza de esta vez terminar de escuchar el disco.
Es así que
cuando compré mi boleto para ver a Paté de Fuá en El Plaza Condesa el pasado 16
de febrero, mi mayor miedo fue verme en la penosa necesidad de salirme del concierto
para tomar un respiro y despertarme un poco. Nada más alejado de la realidad.
El concierto
comenzó poco después de las 9:40. Bueno, tal vez un poco después, no estoy muy
seguro. Lo que sí recuerdo con claridad fue que había muchas parejas acarameladas
en el lugar (¿secuela del 14 de febrero?) y que la música ambiental estaba
bastante cotorra, puras canciones en francés con una onda retro (ya ni quien se
acuerde de Florence Cassez ni de la francofobia).
En fin, el
concierto comenzó y mi miedo a salir despavorido del lugar se disipó
rápidamente. Si algo me quedó claro fue que Paté de Fuá es un grupo que se debe
disfrutar en vivo. No sé exactamente lo que me pasó, pero repentinamente me
encontré hipnotizado por lo que escuchaba y veía. No sólo son excelentes
músicos, sino que tienen una gran presencia sobre el escenario. Cuando tocan en
vivo le imprimen una vitalidad e intensidad a las canciones que un disco difícilmente
puede capturar. Además, con ocho músicos sobre el escenario siempre hay un
lugar al cual dirigir la vista. Es evidente que cada uno de ellos tiene una
personalidad y habilidad distinta, pero a final de cuentas es como si cada uno
de ellos fuese la pieza de un rompecabezas que, una vez juntos, forman una
imagen coherente y llena de color.
Para los que
estén familiarizados con el material del grupo, el concierto se basó en puro
macanazo y una que otra sorpresa, como, “Te conozco mascarita”, canción que
estrenaron y que será parte del disco que tiene planeado lanzar en este año.
Paté de Fuá
“Te conozco mascarita”
Pero no todo
lo que tocó Paté de Fuá trató de personajes pintorescos, las ironías de la vida
y un omnipresente humor ácido. Hubo algunas piezas instrumentales, mismas que
fueron intercaladas con maestría y aportaron algunos de los momentos más alegres
de la velada.
Paté de Fuá “The pulent rag”
Dos horas
después de comenzado y después de muchas canciones recorridas, el concierto se acercó
a su irremediable final, no sin antes regalar a los asistentes clásicos como “Celoso
y desubicado”, “Invitación al vals” y una de sus primeras y mejores composiciones,
“El valsecito de Don Serafín”.
Paté de Fuá
“El valsecito de Don Serafín”
Cuando la
música terminó la gente parecía estar muy contenta y el grupo se quedó a firmar
autógrafos y. Yo me retiré del lugar con un muy buen sabor de boca.
Hasta donde
tengo entendido Paté de Fuá no tiene nuevas presentaciones programadas, pero
les recomiendo que los vayan a ver en cuanto tengan la oportunidad.
Demented Are Go es una banda de Gales que tiene más de 20 años dándole al psychobilly. Sus
integrantes parecen salidos de una película de Rob Zombie. Tocan música
decadente, cruda y ruidosa. Y si me preguntan, un teporocho vomitando suena
mejor que Sparky, el tipo que está detrás del micrófono y que disque canta. Ellos
son la banda sonora de una película de bajo presupuesto, con un guion
improvisado y actores sin una pizca de talento. En otras palabras, Demented Are
Go es una banda no apta para todo el público.
Demented Are
Go “Bo Bop A Lula”
Su cuestionable
desempeño no ha pasado desapercibido durante todo este tiempo e incluso ha
llamado la atención de algunas personas, al grado que The Hillbilly Moon Explosion invitó a Sparky a participar en el tema “My Love For Everlong” (incluído
en el disco de 2011, ‘Buy Beg Or Streal’). ¿Cuál fue el resultado? Algo que
parece sacado de una película de Quentin Tarantino.
The Hillbilly Moon Explosion “My
Love For Evermore”
Europa es un
lugar donde se da mucho esto del psychobilly. Un ejemplo de esto son los
húngaros de The Hellfreaks. Esta banda es relativamente nueva, recién se formó
en 2009, y para ser sincero no hay mucha información sobre ellos, por lo que,
con todo el dolor de mi corazón, nos les puedo dar muchos datos que sirvan para
farolear con sus amigos. Bueno, sus nombres de batalla son muy cotorros: Shakey
Sue (vocales), Yoda Surfer (guitarra), Bloody Holly (contrabajo), Peter Pain
(batería) y Cherry Blossom (bailarina de burlesque).
En fin, los
dejo con un video que, no sé por qué, pero siempre que lo veo me produce
atracción y repulsión al mismo tiempo. Visualmente es muy bueno, tiene buenas
tomas, la edición es vertiginosa y compagina a la perfección con el ritmo
fulminante de la canción. Sin embargo, hay algo perverso en él (o en sus
personajes) que me produce cierta incomodidad y me urge a dar un paso atrás como
para tomar mi distancia y procesar qué está pasando. Es como si una hermosa
mujer que apenas conoces te invitara a pasear, ella y tú, solos, por un
cementerio en una noche sin luna.
Ah, por
cierto, la canción se llama “Boogieman”, y no, no tiene nada que ver con la
canción de Rob Zombie, aunque también podría ser parte de un soundtrack jalogüinesco.
The Hellfreaks “The Boogieman”
Por último,
los dejo con el cover de una canción que fue bastante famosa en 1995.
Otro grupo
que descubrí recientemente es The Silver Shine. Este trío se formó en 2004.
Hasta la fecha han sacado un EP y cuatro LPs. Un dato curioso es que ellos
vienen de Hungría, así que no es difícil encontrarlos de tour por Europa. De
hecho, por estas fechas van a tocar en Rusia, Hungría, Francia, España y
Polonia… Eso y la forma en que pronuncian el inglés es muy chistosa.
“Angels To
Some” es una de las canciones más tranquilas que tienen. Musicalmente hablando,
el sonido del contrabajo es lo más sobresaliente y un digno ejemplo de lo que
debe aportar este instrumento a una banda de psychobilly.
The Silver Shine “Angels To Some”
Ahora, que
si quieren escuchar algo con más poder, donde contrabajo, guitarra y batería suenen
en todo su esplendor, con la rabia que cualquier banda punk debe tener; pues
les recomiendo que escuchen cualquiera de sus otras canciones, casi ninguna
tiene pierde. Aquí les dejo una muestra.
¿Les suena
el nombre Dropkick Murphys? Ellos son una banda que se formó en 1996 en Quincy,
Massachusetts, Gringolandia. En un comienzo tocaban un punk bastante pesado y
poco a poco fueron incorporando instrumentos acústicos como gaita, mandolina,
flauta, acordeón, etc. Fue así como se transformaron en un grupo de punk celta.
Para los que no conozcan este género, cabe decir que es bastante explosivo,
contagioso y desparrama energía. Esto se debe tanto a la fuerza que adopta del
punk, como a la alegría e, incluso, me atrevo a decir, emoción solemne heredada
de tierras celtas.
Es muy
probable que ya hayan escuchado algunas de sus canciones. Por ejemplo, “I’m Shipping Up to Boston” fue parte de la película ‘The Departed’. Más
recientemente, “The Warrior’s Code”, que habla de las hazañas del boxeador
Micky Ward, pudo ser escuchada en la película ‘The Fighter’, que trata de la
vida de Micky Ward.
El pasado
ocho de enero Dropkick Murphys sacó su octavo disco, ‘SIGNED and SEALED in
BLOOD’. Para celebrar este acontecimiento (y hacer un poco de promoción)
comenzaron a regalar una canción, “Rose Tatoo”.
La canción
es simplemente magnífica. No tiene las típicas guitarras eléctricas que arrasan
como un tsunami, en su lugar sólo utilizan instrumentos acústicos. Esto hace
que la canción se convierta tremendamente emocional, se cuele por cada uno de
tus poros y toque tus fibras más íntimas.
La letra es
de lo mejor que se ha escrito en mucho tiempo. Se nota que fue hecha por razones
muy personales, pero cualquiera puede verse reflejado en ella ya que habla de cosas
universales como el honor, respeto, fidelidad, orgullo y amor hacia las
personas más importantes de nuestra vida.
Concebido, criado y radicado en México Distrito Federal. Ciudad harto interesante por todas las cosas que pasan y por todos los changos y demás fauna urbana que la habita.
Tengo un tórrido romance con la música. Escribir sobre ella es como tener una novia escultural y sacarla a pasear para presumirla.
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